miércoles, 26 de agosto de 2009

Hieroglífico - Nichita Stănescu

Qué soledad
no entender el sentido
cuando existe un sentido.

Y qué soledad
estar oculto en la luz del día,
y sordo, qué soledad
en medio del canto.

No entender
cuando no hay un sentido
y estar oculto en la medianoche
y sordo cuando el silencio es unánime,
soledad de la soledad.

sábado, 11 de julio de 2009

La resipisencia de Fausto - José Antonio Ramos Sucre

De "La torre de timón", 1925.

Fausto quiere pacificar su curiosidad, encontrar razones con que explicar de una vez por todas el espejismo del universo. Ha solicitado la inspiración de la soledad y domina abrupta cima, teniendo debajo de sí un apretado cerco de nubes. Huella con ligereza de ave una mole de aristas resaltadas. La borrasca embiste sin tregua el paraje sublime, adecuado para la meditación del problema fundamental.

Fausto ha abandonado el estudio parsimonioso y el amor suave de Margarita, desde que trata con cierto personaje recién aportado al pueblo: un hombre de sospechosa parla, que desordena el vecindario con prestigios de invención diabólica, señalados por más de un detalle arlequinesco.

Él propone a Fausto las interrogaciones últimas, inspirándole una curiosidad descontenta y soberbia, habilitándolo con máximas feroces, enemigas de contemplaciones y respetos. Fausto lo rechaza de su trato y amistad con términos violentos, proferidos en la abrupta cima, redoblados por los ecos temerosos del precipicio; y el seductor se retira gesticulando grandiosamente y sin compás, obstinado en visajes y maniobras de truhán. Parte confiado en la germinación de su influjo malsano.

Fausto prueba a aliviar con el viaje distante, dividido en peligros y orgías, la enfermedad de aquel ideal orgulloso, infundida por la ciencia; pero encuentra la desesperanza al cabo de las nuevas emociones. Solicita las vivaces comarcas meridionales; atraviesa, menos que fugitivo, un reino tenebroso, obseso de la matanza y de la hoguera, de alma sacerdotal con vistas a la muerte, y renegado del esfuerzo y de la vida.

Pero llega finalmente a un país elíseo donde los mirtos y los laureles, criados bajo un cielo primaveral, tremolan al paso del aire melodioso y montan guardia al lado y en torno de los mármoles ejemplares y de las ruinas sempiternas. Descansa en una ciudad quimérica, de lagunas y palacios, visitada por las aves; y deja entonces la investigación desconsolada. Crédulo en la mayor veracidad de los símbolos del arte, espera dar con una explicación musical y sintética del universo.

jueves, 18 de junio de 2009

Así habló Zarathustra - Friedrich Nietzsche

En la soledad crece lo que uno ha llevado a ella, también el animal interior. Por ello resulta desaconsejable para muchos la soledad.

miércoles, 29 de abril de 2009

El Anti-profeta - Emil Ciorán

De "Breviario de podredumbre" (Précis de décomposition, 1949)

En todo hombre dormita un profeta, y cuando se despierta hay un poco más de mal en el mundo... La locura de predicar está tan anclada en nosotros que emerge de profundidades desconocidas al instinto de conservación. Cada uno espera su momento para proponer algo: no importa el qué. Tiene una voz: eso basta. Pagamos caro no ser sordos ni mudos...

jueves, 25 de diciembre de 2008

Una de perros - Nagal

El perro no sabía. El gato sabía muy poco. El único que sabía con certeza era un ciego para colmo mudo y cojo. Las preguntas nunca fueron las adecuadas y por ello balbuceantes y confusas las respuestas. Cuando el sol cayó en el mar, más allá del horizonte, apagándose para siempre, se hizo demasiado tarde para todo. El perro no sabía y el gato sabía muy poco y las huellas en el desierto rompieron toda regla de simetría.

martes, 2 de diciembre de 2008

Caballero (definición)

Un caballero es, en la acepción más pura para la palabra, una persona que monta a caballo.

http://es.wikipedia.org/wiki/Caballero

domingo, 9 de noviembre de 2008

De "los peligros de la sensatez" - Emil Ciorán

De "la caída en el tiempo" (La Chute dans le Temps)
- Emil Ciorán, 1966

Nuestra fuerza se mide por el número de creencias a las que hemos abjurado; así, cada uno de nosotros debería concluir su carrera como desertor de todas las causas.